viernes, 7 de marzo de 2014

Polonia 2014: 7 marzo, Varsovia - Cracovia

Esta mañana volvimos a desayunar en la chocolatería de cerca de la estación. Energía para un día muy completo. Al acabar, directos al tren directos a Cracovia.
La primera sorpresa fue ver el tren. Es como los de los tiempos de Franco, dividido en compartimentos de ocho con los maleteros de redecilla sobre las cabezas. 
La velocidad también era como la de un tren antiguo, o como el Alvia entre A Gudiña y Zamora, que es lo mismo.
El viaje, de tres horas y pico, no se hizo muy largo, quizás porque dormí un poco aunque fuese en posiciones extrañas.

Al llegar a Cracovia, a una estación bastante moderna, nos dirigimos a recoger las llaves de la habitación. Ahora ya hemos aprendido este sistema Polaco: En un sitio está la oficina de recepción y en apartamento está en otro. Esta vez se trata de una habitación triple "De luxe". 
Es una habitación con una cama sencilla y una doble en un apartamento de 4 habitaciones con una cocina enorme. El baño es sólo para nosotros, pero está fuera de la habitación ( con llave). Yo creo que el lujo máximo son las toallas dobladas en forma de cisne.

Dspués de dejar las malestar, nos fuimos a comer, ya eran las 4. Comimos en un restaurante típico pero bastante turístico cerca del apartamento, muy céntrico.
El menú consistía en todo lo más típico de Polonia: sopa de champiñones en plato de pan, pieroguis (dumplins polacos), carne con pastel ios de patata...
Tras de ese homenaje, salimos a visitar la ciudad. Ya de noche, porque aún anochece temprano.
La plaza principal está aquí al lado, es de las más grandes de Europa y tiene unos edificios impresionantes.
Dentro de la placa, el edificio central tiene un mercado de joyería, bisutería, ropa... que a más de una en la familia le volvería loca.
La especialidad de Polonia en joyería es el jade.
Continuamos paseo saliendo por la puerta principal de las murallas medievales.
Este palacete hoy en día es un teatro.
Por delante del Palacio Real.
Llegamos hasta el río, el Vístula (Wistla). De noche está muy bien iluminado. Hacía un frío..
A los pies del Palacio Real, hay un dragón, símbolo de Polonia. Cada 5 minutos, suelta una llamarada.
Subiendo al barrio judío, el plena plaza central, cenamos zapicancas: una especie de pan-pizza muy típicos de la zona.
En el barrio judío hay unos bares que son casas reconvertidas. Mantienen los muebles de cocina, mesas... Están muy curiosos.
Después ya, retirada a casa.














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