viernes, 11 de junio de 2010

Comienzo también ajetreado de Junio

La semana pasada, el viernes 4, fue la última de esta primera serie de bodas; la de Antonio y Luisa. Esta vez fue en el centro de Madrid. En la iglesia de Santa Clara, al lado mismo del Tribunal Supremo. La novia estaba guapísima, aún más que de costumbre y el novio desbordaba felicidad. Cenamos en el Hotel Miguel Ángel, cerca de "nuestra" escuela de Ingenieros Industriales y, como habitualmente, los amigos del novio dimos un poco la nota. Entre los regalos estrafalarios que incluían acertijos y resinas epoxi y los típicos gritos armando jaleo, creo que amenizamos bastante el banquete. El baile fue divertido aunque creo que la quinina que tomo en grandes dosis se me subió un poco a la cabeza. Me retiré algo más temprano que habitualmente, sobre las dos y media porque al día siguiente tenía otra vez viaje.
    El sábado cogí prontito el tren en Chamartín camino de Salamanca, donde estaba María Carreira trabajando y Silvia y Benito de visita. Así que los tres juntos, hicimos un poco de turismo por la ciudad. Vi la Catedral como nunca, porque subimos por la Torre del Reloj y eso permite dar un paseo por las alturas del edificio y ver desde allí el interior de la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, toda la parte superior de ambas por el exterior y una muy buena perspectiva de Salamanca. Creo que merece mucho la pena.
Para cenar vinieron María la de Orense e Iván, por lo que al final fue una mini fiesta de químicos. Estuvo muy  bien juntarnos todos. Nos pusimos al día un poco.
      El domingo María Carreira tenía que ir a hacer su labor divulgativa sobre la correcta separación y recogida de residuos a una feria de Trabanca, un pueblo de los Arribes del Duero, al lado del pantano de Almendra y muy cerca de la frontera con Portugal, así que Silvia, Benito fuimos algo más tarde, (notros teníamos la suerte de no tener que trabajar) nos dimos un paseo por la zona, que es preciosa y comimos allí cerca con María.
   Ya por la tarde nos separamos, tren de vuelta a casa y a descansar. Ahora me quedan un par de fines de semana tranquilos, antes de San Juan, que tocará en Bribes, claro.