Llegamos el martes al medio día a Córdoba y nos fuímos directamente a comer con unos amigos de mis padres. Por la tarde, descanso un rato y procesiones. Allí, como en Sevilla, los costaleros llevan el paso sobre la espalda, de manera que quedan ocultos debajo.
Vimos tanto el propio martes como el miércoles muy bien las procesiones, guiados a los mejores sitios para verlas por Rafael y Mary. Además, aprovechamos las mañanas para hacer turismo y vimos otra vez la mezquita, el barrio judio y sus placitas..
A Málaga llegamos el jueves por la mañana y nos fuimos diréctamente a comer. Por la tarde subimos al castillo de Gibralfaro (es una cuesta tremenda) y ya nos fuímos a la Alameda Principal a ver las procesiones.
Como es parte de la Carrera oficial, todas las procesiones pasan por allí, pero a diferencia de Sevilla o Córdoba, no sólo hay sitio para pasar, si no que además la gente se lleva su propia silla y se sienta. Así que hicimos como todo el mundo. Compramos sillitas en los chinos y nos quedamos cómodamente a ver los Tronos. En Málaga se llaman así porque los porteadores llevan las imágenes desde
fuera, con una especie de andas sobre los hombros. Aunque el ambiente es menos serio que en Córdoba, es una manera muy cómoda de ver procesiones y alguna de las imágenes es muy bonita.Ayer sábado volvimos de Málaga e hicimos parada en Toledo. Visitamos el museo donde está "El entierro del conde de Orgaz", la catedral, la sinagoga de "Nuestra Señora a Blanca" y la plaza de Zocodover. Quedamos con Virginia, Raquel y Paco, cenamos con ellos y después, vuelta a casiña.
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